Entendiendo La Salud Mental
La Organización Mundial de la Salud reconoce la salud mental como "un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia"; También afirma que los "individuos con el conocimiento en sus aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad". En este sentido cabe resaltar la importancia de cuidar nuestro ser integralmente, explorando el autoconocimiento como parte de ese cuidado, para poder reconocer las aptitudes y actitudes para enfrentar de forma propositiva los retos de la vida en general.
De acuerdo con lo anterior debemos visualizar que la salud física no puede estar desligada de la salud psicológica, ya que el funcionamiento de las áreas física, mental y social son interdependientes unas de otras; es decir que cuando hablamos de salud integral nos referimos a un estado de conciencia en todas las áreas de la persona, buscando desde el autoconocimiento mitigar estados de desesperanza, desmotivación y manejo propositivo de la frustración; además de mantener un sistema fisiológico saludable y estable; eso por un lado, pero además debemos estar consiente de las formas de relación e interacción que tenemos con nuestros semejantes y con el entorno en general; si traemos a nuestro pensamiento lo positivo y lo negativo de cada una de nuestras áreas de integralidad podremos saber que mejorar o suprimir para minimizar los estados de malestar, sin que esto signifique que no se van a presentar situaciones complejas y difíciles de enfrentar en la vida; no debemos estar ajenos a que la vida nos pone retos constantemente, pero depende de nuestras acciones mitigar los efectos o por el contrario maximizar los estados de malestar.
No existe receta para enfrentar las situaciones cotidianas de la vida, ya que somos seres singulares, complejos y al mismo tiempo seres sociales; de allí que cada uno desde su ser interno trate de hacer lo mejor posible, usando sus herramientas particulares de vida. Pero algo que se podría recomendar es alcanzar niveles de conciencia mayor sobre sí mismo, es decir autoconocimiento; por otra parte mantener hábitos de vida saludable como una buena alimentación tratando en lo posible de suplir las necesidades fisiológicas, y fortalecer elementos de la comunicación y la empatía en nuestras interacciones; podríamos indicar que estos son tan solos unos pocos elementos de partida para promover el cuidado integral de nosotros mismos y por lo tanto de nuestra salud mental.
Otro elemento que se debe mencionar y que hace parte del ser humano es su espiritualidad, ligada a diferentes creencias o religiones, pero que también juega un papel importante en los procesos de autocuidado, y esto se debe Según Jiménez (2005) a "la necesidad de encontrar sentido, propósito y realización en la vida (la necesidad de darle un sentido a la vida es un rasgo universal que es esencial a la vida misma y por el contrario, la falta de sentido puede engendrar sentimientos de vacío y desesperación). La necesidad de creer, tener fe en uno mismo, en los otros o en Dios (contribuye a dar sentido a la vida y puede tener influencia sobre el nivel de esperanza y el deseo de vivir)". Esto sugiere que los humanos buscamos respuestas frente a lo que vemos y enfrentamos dándole un significado para minimizar los niveles de ansiedad e incertidumbre que pueden desencadenar en situaciones de riesgo para la salud mental, por lo tanto experimentar la espiritualidad como un sistema de guía interno, nos puede ayudar a fortalecer el autocuidado de la salud mental y a mitigar los efectos de la desesperanza frente a la vida o el contexto que se esté vivenciando.